Tegucigalpa, Honduras. 21 de
marzo de 2013.- Cada
año, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos celebra el Día Internacional de la Eliminación de la
Discriminación Racial bajo actividades que fomenten la no discriminación por
razón de la raza, y contra la xenofobia. Bajo el lema de este año “El racismo y
el deporte”, pretende destacar el problema del racismo en el deporte y el papel
tan importante que los deportes y los deportistas pueden desempeñar en la lucha
contra la discriminación racial.
Son estrellas y brillan en el firmamento del espectáculo deportivo, pero la combinación de sus destrezas y habilidades competitivas con su condición humana se ven menguadas por el racismo con que son vistos, tanto dentro, como fuera del campo de juego.
El racismo en el deporte es un problema global y Honduras no escapa de este mal según lo reflejan opiniones como la del futbolista Milton “Tyson” Núñez, un ex seleccionado nacional y destacada figura del llamado “deporte rey”.
Por su parte, el entrenador del club deportivo Valencia, Richarson Smith, afirma que el racismo no es nada nuevo en el fútbol catracho y asegura que siempre se ha querido menospreciar a los futbolistas por su descendencia africana. El ex seleccionado nacional, también habla de los medios de comunicación y dice que en algunas ocasiones los periodistas se refieren a los deportistas afrodescendientes en términos despectivos sobre todo cuando estos son convocados a la selección.Recuerda un partido contra México en el cual un error suyo le costó a la selección un gol, motivo por el cual tuvo una serie de problemas, incluso le fue apedreada su casa. Smith manifiesta que “si no fuera negro este incidente no hubiera tomado tanta relevancia”.
El racismo es un mal presente en el deporte, en general, y en el fútbol en particular. Una prueba de ello es el suceso protagonizado recientemente entre dos futbolistas, en un partido de la Copa Libertadores de América, donde el jugador argentino, Leonardo Desvato, tuvo que pasar 37 horas en prisión y pagar una fianza de 3,900 dólares por proferir insultos de carácter racista al brasileño Pablo Grafite.
Las víctimas hablan
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Tyson Nuñez |
Milton Núñez manifiesta que en los estadios y en las calles hay muchos insultos para los futbolistas afrodescendientes, al mimo tiempo que considera que el racismo está creciendo en el país y, según él, en el futuro el racismo puede tomar grandes dimensiones como ocurre en naciones europeas.
Por su parte, el entrenador del club deportivo Valencia, Richarson Smith, afirma que el racismo no es nada nuevo en el fútbol catracho y asegura que siempre se ha querido menospreciar a los futbolistas por su descendencia africana. El ex seleccionado nacional, también habla de los medios de comunicación y dice que en algunas ocasiones los periodistas se refieren a los deportistas afrodescendientes en términos despectivos sobre todo cuando estos son convocados a la selección.Recuerda un partido contra México en el cual un error suyo le costó a la selección un gol, motivo por el cual tuvo una serie de problemas, incluso le fue apedreada su casa. Smith manifiesta que “si no fuera negro este incidente no hubiera tomado tanta relevancia”.
Smith, quien además integró las filas del Club Peñarol de Uruguay, lamenta que sea en su país donde más le ha afectado el ser afrodescendientes y es que él asegura que durante su permanencia en el extranjero nunca tuvo problemas de esta índole.
"Al negro se le mira de menos"
Otro ex futbolista que asegura haber observado comportamiento de carácter racista es Hernain Arzu. Él dice que esto se puede percibir fácilmente cuando son convocados a la selección, pues muchos aficionados empiezan a llamar a las radios para expresar su malestar.
Por su parte, el futbolista Limbert Pérez afirma que “en este país al negro siempre se le mira de menos”. Pérez, jugador de club Universidad de la primera división, se queja del trato racista que brindan algunos aficionados en los estadios y en la calle cuando al referirse a los afro descendientes lo hacen con expresiones como: “Negro hijo de puta o negro cara de mono”. Quien además jugó en el Olimpia, el equipo más popular del país, comenta que en su carrera ha tenido la desgracia de encontrarse con entrenadores, directivos y compañeros de equipo racistas.
“Yo escuché a un teniente de apellido Rivera, que era directivo de un equipo, decir que la selección no ganaba por que tenía muchos negros”, afirma Pérez. Agregó que al momento de negociar los contratos con los jugadores de origen africano, “los directivos no son lo suficientemente justos”. Finalmente, Pérez recordó un altercado que tuvo con un arbitro al que él le reclamo al calor de un encuentro deportivo y al que él llamó “hermano”. Ante esta expresión el réferi le respondió “yo no soy tu hermano por que los negros parecen monos”.
Del otro lado de la cancha
No obstante, a pesar de las quejas de los futbolistas hay quienes aseguran que en el país no existe el racismo. Para el psicólogo Teodosio Mejía, un profesional con amplia experiencia en trabajar con los deportistas hondureños que integran selecciones, “más que una conducta racista este comportamiento obedece a un aspecto socioeconómico”.
Los futbolistas se han convertido en una élite económica y por ello despiertan envidias en algunos sectores, dice Mejía. A juicio del profesional, “en Honduras no hay una cultura racista”.
En tanto, el presidente de la Federación Nacional de Fútbol de Honduras (Fenafuth), Rafael Leonardo Callejas, asegura que no hay racismo en el fútbol hondureño que nunca lo ha habido y que nunca se va a dar, no solo en el deporte, sino que en la sociedad en general.
“Absolutamente hay que borrar esa palabra del lenguaje en todo sentido”, manifiesta el presidente de Fenafuth, en relación al racismo.
Callejas, quien además gobernó el país de 1990-1994, afirmó que si en el fútbol hondureño existiera el racismo no habría tanta oportunidad en los equipos para los jugadores afrodescendientes.